22 de marzo de 2010

TRIUNFA LA REFORMA DE SALUD DE OBAMA


WASHINGTON. - Un histórico proyecto de ley de salud iba camino al escritorio del presidente Barack Obama para que lo hiciera ley, mientras el Congreso daba los últimos pasos en una lucha de casi un siglo para lograr una cobertura médica que alcance a casi toda la población.


A pasos de triunfar donde numerosos presidentes y legisladores fracasaron antes, los exultantes representantes demócratas lograron la noche del domingo 219 votos a favor ante 212 en contra, para que Obama pueda promulgar el proyecto que extiende la cobertura de salud a 32 millones de estadounidenses que no la tienen, reduce los déficits federales y prohíbe a las aseguradoras negar servicios a quienes están enfermos.

"Así es como se ve el cambio", dijo Obama en declaraciones televisadas que recordaron su promesa de campaña en el 2008 de traer "un cambio en el que podemos creer".
"Demostramos que este gobierno, un gobierno del pueblo y para el pueblo, aún funciona para el pueblo", añadió.

La presidencia de Obama, de apenas poco más de un año, recibió el soplo de aire fresco que necesitaba al aprobarse el proyecto, que tendría consecuencias para prácticamente todos los estadounidenses. La batalla por el futuro del sistema de seguros de salud, un sexto de la economía nacional, generó una oposición monolítica de los republicanos y de activistas conservadores que ahora esperan las elecciones legislativas de noviembre.

Un paquete adicional de cambios propuestos por los representantes demócratas, que acompaña el proyecto principal ya aprobado por el Senado, fue aprobado con 220 votos a favor y 211 en contra. Ahora pasará a la cámara alta, donde podría ser debatido desde el mismo martes. Los senadores oficialistas esperan aprobarlo sin cambios y mandárselo a Obama sin más escalas. Sin embargo, los republicanos intentan presentar objeciones reglamentarias que podrían cambiar el texto y forzar a que sea enviado de nuevo a la cámara baja.

Obama pretende firmar el proyecto principal el martes, aunque aún no es seguro, según un funcionario del Ejecutivo que pidió no ser identificado.

El senador republicano John McCain dijo la mañana del lunes que el debate aún no se termina y que le repelía "toda esta euforia que está sucediendo".

"Fuera de la zona de Washington, el pueblo estadounidense está muy enojado", dijo McCain en el programa "Good Morning America" del canal ABC. "No les gusta y lo vamos a rechazar".

Votación en el Congreso

WASHINGTON.- Una vez más, Obama lo ha logrado. La Cámara de Representantes de Estados Unidos acaba de dar luz verde a la ambiciosa reforma sanitaria impulsada por el presidente. Se trata de un hecho histórico, un empeño que no había logrado ningún otro presidente estadounidense, el proyecto legislativo prioritario de la presidencia de Obama, cuyo mandato toma así un nuevo impulso, y un cambio que beneficiará a 30 millones de personas que actualmente no cuentan con seguro médico.

Los demócratas necesitaban 216 votos para sacar adelante la ley y finalmente han logrado el apoyo de 219 legisladores frente a 210 en contra, después de una intensa jornada que se vivió con emoción tanto en el Congreso como en la calle y a la que se había llegado tras un largo año de arduas negociaciones. Aprobada ya la reforma en la Cámara baja, el texto se traslada ahora al Senado, que según lo negociado entre los demócratas lo aprobará sin cambios y de inmediato a lo largo de esta semana.

El pacto del triunfo

La victoria se apuntaba ya horas antes de la votación definitiva. Tras rechazar una serie de enmiendas de procedimiento de la oposición republicana, un proceso que llevó cerca de cinco horas, los demócratas se apuntaron un primer triunfo al aprobar un voto de procedimiento por 224 votos a favor frente a 206 en contra. Pero para llegar a eso, la histórica reforma tuvo que superar in extremis uno de sus principales escollos, que había creado una gran incertidumbre en los últimos días: las resistencias del grupo de congresistas católicos de su propio partido que temían que los fondos federales destinados a sufragar la reforma fueran utilizados para financiar abortos. El pacto entre el Gobierno y este grupo se dio a conocer cuando en la Cámara de Representantes se estaba ya desarrollando el debate, que comenzó poco después de las seis de la tarde (hora peninsular española). Sin estos votos, sacar adelante el proyecto habría sido muy difícil.

Bart Stupak, el líder del grupo de demócratas católicos que se oponía a la reforma, confirmó poco después de las nueve de la noche el pacto, al obtener garantías del presidente estadounidense de que los fondos comprometidos no irían destinados a financiar abortos. "Hemos llegado a un acuerdo y hemos sobrepasado ya los 216 votos", declaró el congresista en una rueda de prensa", avanzó Stupak. La victoria empezaba vislumbrarse.

Según Stupak, el acuerdo "garantiza la santidad de la vida". En un comunicado, el director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, indicó que Obama "emitirá una orden ejecutiva, tras la aprobación de la ley de reforma sanitaria, que reafirmará su coherencia con las restricciones ya existentes al uso de fondos federales para la práctica de abortos".

En el empeño de poner en marcha un cambio en el sistema sanitario de EE UU, donde no existe un mecanismo de asistencia médica universal como, por ejemplo, el español, habían fracasado desde Harry Truman a Bill Clinton. Obama se había empleado a fondo esta última semana (suspendiendo incluso otros compromisos importantes) para intentar convencer a algunos congresistas de su propio partido de las bondades de la iniciativa, que dará cobertura médica a unos 30 millones de habitantes.

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