7 de abril de 2010

SUCEDIO EN VILLA ALTAGRACIA,EL PASADO DOMINGO DE RESURECCION

Por: Ramon Tejada Ruiz

El padre Guillermo Sierra suspendió la misa del día y se dirigió con su feligresía hacia el colmadón que le impedía realizar su ritual con la música escandalosa de sus grandes bocinas.

Dos años tenía la comunidad reclamando a las autoridades poner freno a la barahúnda de los colmadones sin que Ayuntamiento, Policía ni Medio Ambiente hicieran nada.

La movilización del padre Sierra y de los asistentes a la misa del domingo pasado en la iglesia Nuestra Señora de la Altagracia consiguió que, por fin, las autoridades incautaran los equipos de música al colmadón que les impedía vivir.

El problema es que el país entero está cundido de esa plaga que no deja vivir a la gente; que no deja estudiar a los estudiantes; que no deja descansar a los envejecientes y a los niños y que se burla de los derechos de la ciudadanía.

Prácticamente no hay lugar del país que no haya sido asaltado por colmados y colmadones escandalosos ante la mirada indiferente de las autoridades municipales y nacionales.

Y eso quiere decir muchas cosas. Quiere decir que las autoridades municipales no cumplen con sus deberes. Quiere decir que las nacionales cumplen menos. Quiere decir que, de seguro, muchos dueños de esos colmadones escandalosos, violadores de los derechos ciudadanos, sobornan a las autoridades. Quiere decir que la comunidad está indefensa y quiere decir, finalmente, que sólo la movilización ciudadana podrá hacer que las autoridades cumplan con su deber y pongan fin a esa calamidad, como ocurrió el domingo pasado en Villa Altagracia.

Fuente: Perspectiva Ciudadana



Santo Domingo, 7 de abril de 2010



tejeda.ramon@gmail.com

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