28 de mayo de 2011

ALFREDO SIMO GANA SU PRIMER PARTIDO Y LA SOCIEDAD PIERDE

El lanzador dominicano Alfredo Simón ganó su primer partido en esta campaña del béisbol de las Grandes Ligas. En circunstancias normales, estaríamos celebrando el triunfo de un criollo; otro de los tantos que nos representan con gallardía y entrega en playas internacionales... lamentablemente estas no son circunstancias normales.
El “señor” Simón es un elemento “sub judice” sometido a la acción de la justicia dominicana por un confuso incidente donde un joven perdió la vida y otro salió herido en medio de disparos al aire y gatillos alegres.
Un presunto asesino, un imputado, un acusado, un supuesto delincuente.
Ese mismo que ayer fue magistral en la lomita durante una entrada de labor, es el mejor ejemplo de todo lo que anda mal en la República Dominicana.
Que lograra huir de la escena del crimen es una cosa. Que luego pudiera evadir una medida de coerción es otra. Que la familia de la víctima haya retirado su acción civil complica el asunto, pero lo de ayer, le puso la tapa al pomo.
No es posible que la Justicia dominicana no le colocara impedimento de salida a Simón, pero más aún es sencillamente irrisorio el hecho que los Orioles de Baltimore le permitan más fácil lanzar a quien enfrenta una acusación por homicidio, que a otro que use anfetaminas o consuma algún tipo de sustancia para mejorar el rendimiento.
La doble moral campea tambien por sus fueros en Estados Unidos, sin embargo eso no exime a nuestras instituciones de la responsabilidad de permitir que una persona ya enviada a juicio de fondo abandone la nación a seguir su vida normal como si nada hubiera pasado.
Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero el simple hecho de ser acusado, imputado y luego enviado a juicio de fondo implica indicios de culpabilidad que deben ser tomados en cuenta
¿Cuántos dominicanos sin el dinero o la posición de Simón tienen la posibilidad de abandonar el país legalmente aún siendo objetos de un proceso penal abierto en el territorio nacional?
La respuesta, todos la sabemos. A Alfredo se le acomodó la situación para que pudiera seguir lanzando, aún cuando cumplía todos los requisitos que el Código Procesal Penal establece para ser objeto de una medida de coerción que impidiera que abandonada el país.
Ante esta situación gris y bizarra, sobrarían los llamados y los reproches, sin embargo, y con perdon de los Orioles de Baltimore, ojalá que cada vez que Alfredo Simón salga a lanzar los contrarios se encargen de a palos castigarlo, como aparentemente jamás lo hará nuestra débil justicia.
Porque es un hecho: cuando Alfredo Simón gana, nuestra sociedad pierde.



Por: José Gómez,Z101.COM

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