EL GALLO: SER POBRE,NO ES SER DELINCUENTE

 El Partido Unión Demócrata Cristiana –UDC- pidió hoy a las autoridades que haya ecuanimidad en la lucha contra el crimen y se eviten las redadas masivas, que aterrorizan a los barrios marginados. Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, presidente de la UDC, señaló que las autoridades competentes deben tener bien claro que ser pobre, no es sinónimo de delincuencia. Afirmó que las redadas masivas a veces permiten la comisión de injusticias, con la detención de jóvenes que van o retornan de sus trabajos o escuelas, y son detenidos en esos operativos.

Agregó que la Policía debe poner énfasis en medidas de prevención e investigación, porque cuando lanza redadas indiscriminadas en barrios marginados, hace más dolorosa la existencia de los que residen allí.

Afirmó que es cierto que tiene que haber una línea clara de enfrentar a la delincuencia, en cualquiera de sus manifestaciones, pero esa acción no puede llegar al irrespeto de la persona humana o de sus derechos.

Añadió que es de lamentar que en muchos barrios nadie transite por sus calles de noche, o por temor a la delincuencia, o por las redadas de las autoridades.

Afirmó que la Policía y los organismos de seguridad deben tener en cuenta que los pobres residentes en esas barriadas marginadas salen para el trabajo antes de las seis de la mañana, debido a que utilizan por transporte guaguas y moto-conchos.

O sea que si a esos trabajadores, o muchachos que van camino de la universidad, se les impide el tránsito o se les detiene, se le estará ocasionando un problema innecesario.

Lo hemos dicho en varias ocasiones, la mejor forma de acabar y paliar la delincuencia en los barrios es realizando masivos trabajos sociales, y que haya integración de la fuerza pública con la comunidad.

También que se mejoren las condiciones de vida de las personas residentes en esas zonas, y que se les de la oportunidad de que se puedan educar, y posteriormente conseguir un trabajo que les permita ganarse la vida honradamente.

La lucha contra la delincuencia, tiene que contar con el apoyo de los moradores de los barrios populares, y las redadas ejercen un efecto contraproducente, porque en ocasiones se les molesta sin necesidad.

Fuente: El Nuevo Diario

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