SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicana, ambas organizaciones fundadas por ese genio político que fue el profesor Juan Bosch, constituyen en estos momentos las dos fuerzas políticas y electorales más importantes de la nación.
En las últimas cinco elecciones esas dos entidades han obtenido alrededor del 90% de los votos y de los cargos administrativos del estado, han nucleado a su alrededor a todas las fuerzas políticas minoritarias y han sido las piezas claves en la conducción del estado y del accionar político de la nación.
Ambos son dos partidos muy fuertes, con tradición y esencia democráticas y que han jugado importantes papeles históricos en el devenir de nuestro país. Y aunque ambos tienen el mismo fundador las razones de su nacimiento son totalmente diferentes hasta el punto que el profesor Bosch cuando en 1973 abandonó el PRD y fundó el PLD, dijo que lo hacía porque ya el PRD había cumplido su misión histórica y se había desfasado como entidad política para los tiempos modernos. Y ciertamente, entre el PLD y el PRD existen profundas e importantes diferencias.
El PLD es un partido disciplinado, con sentido de órgano y con respeto a sus normas y sus organismos. En el PLD usted podrá estar en desacuerdo con cualquier decisión o medida tomada por su máximo mecanismo de dirección, el Comité Político, pero jamás se atreve a actuar contrario a ella porque es sancionado de manera ejemplar.
En el PLD el sentido de la disciplina y del respeto a las normas institucionales es su mayor virtud y lo que le preserva como una fuerza política y social de trascendencia.
En el caso del PRD, este partido es una verdadera federación de fracciones grupales donde cada quien hace lo que le conviene a su grupo y no la organización global. El mecanismo de máxima autoridad en el PRD, su comisión política, no tiene autoridad ni nadie la respeta porque es excluyente y está manipulada y dirigida por un solo sector.
En el PRD la visión de dirección partidaria en la actualidad es muy limitada, quienes dirigen los máximos organismos lo que quieren es excluir y marginar a los demás liderazgos que interactúan allí, sin importarles el aporte histórico ni el tiempo de entrega a esa organización.
Ese concepto de desorden e indisciplina que muestra el PRD es lo que llega al estado cuando ellos gobiernan. En eso el PLD es la gran diferencia.
Fuente: SIN/24 horas
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