Hace unos años atrás cuando salí del colegio y entré a la universidad tuve un novio al que le llevaba 2 años, él cursaba su último año del bachillerato y era de esos estudiantes poco aplicados al que yo ayudaba a hacer sus tareas y ahora que lo pienso lo que más me atraía de él era su físico (cosas de juventud) duramos poco tiempo pero la relación fue muy intensa.
Con el paso de los meses de estar a su lado y al ver algunas de sus actitudes comencé a desarrollar una conducta de celosa al extremo (ya que no soportaba que saliera con sus amigos mientras yo estaba fajada estudiando y que disfrutara su vida (en discotecas, cafés) mientras yo no lo hacía. Cuando me daban mis ataques histéricos sentía como que mi hígado se contraía y mi cabeza quería estallar, lloraba de rabia y quería tirar todo contra la pared y llamarlo e insultarlo), como toda crónica de una muerte anunciada terminamos a los 8 meses de noviazgo gracias a mis berrinches y celos sin parar.
Con el paso de los meses de haber dado por terminada la relación conversamos por teléfono y me señaló todos mis puntos negativos me dijo que era muy celosa, que me encantaba hablarle mal y cerrarle el teléfono sin razón, que para mi próxima relación tratara de entender que los hombres tenían sus amigos, sus propias cosas y que su mundo no giraba en torno a la mujeres, yo sólo tragué en seco y le di la razón.
En mi relación siguiente cambié totalmente de estrategia domé mis celos sin fundamentos, dejaba que mi pareja saliera con sus amigos sin oponerme (aunque mi reacción de "sal con tus amigos mi amor tu y yo salimos mañana" no fuera sincera) y en poco tiempo tenía la relación casi perfecta con el hombre imperfecto con el que terminé varios años después por la monotonía de las cosas, si él salía y me quería dar un ataque salía con mis amigas o me ponía a hacer otras cosas para olvidarme de mi vocecita interior que me decía "debe estar con otra y tu encerrada" (aunque esto no fuera cierto).
He aprendido en mi larga-corta vida que los hombres son espíritus libres, que necesitan su espacio para hacer sus propias cosas y no pueden estar encerrados al lado de una. Cuando las cosas no vayan bien con tu pareja, cuando te sientas a punto de estallar por cualquier situación, respira profundo, cuenta hasta 10 y cambia la estrategia a ver que tal los nuevos resultados, acompáñalo a donde te invite aunque no te guste el lugar, entra en su mundo y sé parte de él, conoce a sus amigos y comparte, adquiere su carácter frío ante las situaciones y discusiones que se presentan contigo, yo no tuve que leer ninguna Vanidades ni Cosmopolitan para entender que si no puedes contra tu enemigo por decirlo de algún modo te le unes.
Este post va dedicado a mis preciosos hermanos porque a su lado he aprendido mucho de los hombres y de los trucos usados.
Fuente: El mundo a traves de mis ojos
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