9 de julio de 2009

GUARO " EL AYUNTAMIENTO ES UN MONUMENTO A LA INCAPACIDAD,Y AL DESORDEN"


Por Guarionex Luperón El Ayuntamiento de Pepillo Salcedo es el ejemplo más evidente de lo que es una institución sin cabeza o dirección, o mejor dicho, es la muestra de lo que es una entidad carente de ideas claras de cómo se debe de ejercer la administración pública en el área municipal, es la expresión máxima de la improvisación, el exhibicionismo y la incapacidad. En este organismo descentralizado nada se hace sujeto a un plan, el gasto publico se orienta, o se arrea por las acciones coyunturales y prima el inmediatismo. La “asignación y optimización de los recursos” contra todos los principios económicos, no es un criterio que rija en las mentes de las autoridades municipales. Solo hay que ver dos obras que presos de la desesperación, levantan las autoridades municipales (Sindica y una parte de los regidores), un parque infantil y una parada de motoconcho, dos infraestructuras, sin ningún experticio técnico: Ni plano, ni presupuesto y lo más grave aun, sin un diseño arquitectónico que armonice y se vincule con las formas espaciales urbanas existentes, hecho a la francachela, con la complicidad de una parte de los regidores. Un parque cerrado, tipo fortaleza, destruyendo la estructura urbanista de Las Casitas, con tantos ejemplos que ha dado Roberto Salcedo, el alcalde del Distrito Nacional, de cómo se debe construir una obra de esta característica, institucionalizando un concepto de parques canquiñas, más recreativos, espaciosos, familiares y de bajo presupuesto, usando tecnología apropiada. Además, si se quería construir un parque infantil, porque no se aceptó la propuesta de la Iglesia Evangélica Norteamericana, que había desde la anterior gestión municipal conformado un Comité Gestor para iniciar la obra y que tenia asegurado en el país extranjero parte de los recursos. Se debió acoger la propuesta de la americana “Mos”, en vez de gastar esos millones en ese monstruo blanco, que bien nos hubieran servido para empezar a mejorar la asqueante e inhumana infraestructura sanitaria del sector de Los Barracones. Las autoridades municipales tienen tan poco tacto, que no se dan cuenta que con el cajón (ellos le llaman parada) que están construyendo a la entrada del pueblo, frente al taller de mecánica, una obra buena, pero sin diseño e inoportuna, están contribuyendo con la arrabalización de nuestra cara. ¡Por dios! Asesórense, busquen ideas, que las ciudades grandes de nuestro país están llenas de paradas sencillas y hermosas. La incapacidad es tan grande, que a parte de comprometer los recursos del Ayuntamiento con pagos de motores hasta con nacionales haitianos, la Secretaria de Estado de Medioambiente, le asignó dos brigadas de hombres y mujeres para trabajar en el municipio, le delimitó los terrenos del Golfo para ejecutar un programa de siembra, le marcó y le hizo los hoyos de los árboles, y pese a nosotros estar en medio del periodo de lluvia, esos bárbaros no son capaces de gestionar las plántulas para reforestar el área. Pero eso no debe de sorprender a nadie que conozca mínimamente como debe operar la administración moderna y como señala el compañero Bilo Medina , presidente de la Comisión de Ética, muchos de los regimenes municipales actuales, no están exentos del desorden. En Pepillo Salcedo, en pleno siglo XXI, el Ayuntamiento anda a la deriva, sin ningún nivel de institucionalidad, se maneja como si fuera un colmadon. No existe una oficina de programación o planificación, ni de obras civiles como establece la ley municipal, ni un Plan Director de Desarrollo Municipal, ni los regidores juegan el rol fiscalizador que le corresponde desempeñar, la mayoría de estos ciudadanos, salvo honrosas excepciones solo van a levantar la mano- ¡Que dios nos ampare con funcionarios como estos!

1 comentario:

Anónimo dijo...
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