El paro fue convocado por decenas de organizaciones populares y de izquierda agrupadas en el Foro Social Alternativo y en el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) para exigir la reducción de los precios de los combustibles, más apoyo a la educación e incremento de salarios, entre otras reivindicaciones. Las oficinas públicas y privadas abrieron sus puertas, así como los bancos y el comercio y la docencia fue parcial, en especial en la capital del país, donde el paro comenzó con escaso seguimiento.
Los organizadores reconocieron que en las primeras horas de la jornada en esta demarcación el paro se cumplió en un 60 %, pero cifraron en hasta un 90 % el respaldo logrado por la convocatoria en el interior del país, sobre todo en el sur y el norte. Víctor Gerónimo, uno de los portavoces de la organización, destacó en declaraciones a Efe la "alta receptividad" de la población a la huelga, que calificó de "pacífica".
"El paro continúa con fuerza aunque con mucha cautela", dijo Gerónimo, que acusó al Gobierno de haber militarizado las calles para tratar de amedrentar a los convocantes de la jornada.
El paro, que es rechazo por el Gobierno, la Iglesia católica y el empresariado, transcurrió en calma, salvo algunos incidentes menores ocurridos ayer y en los que no hubo heridos, según indicó el portavoz de la Policía, Máximo Báez.
Los organizadores de la huelga reclaman un aumento general de salarios para los trabajadores públicos y privados, la asignación al sector de la educación del cuatro por ciento del producto interno bruto (PIB), como ordena la Constitución, así como la reducción de los precios de los combustibles y de la factura eléctrica. Las autoridades, sin embargo, tildan de "irracionales" la mayoría de esas demandas, en las que ven solo fines "políticos".
El cardenal Nicolás López Rodríguez exhortó la víspera a la población a ignorar el llamado a paro al considerar que es obra de la "misma gente que siempre llama a huelgas y paralizaciones, porque no conocen otro método de reclamo". "Estamos en contra de ese llamado a paro, porque no es el momento para eso y pido a la población que lo desoiga", subrayó el arzobispo de Santo Domingo.
Mientras, la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) rechazó el llamamiento a huelga general porque afectaría aún más a la economía del país caribeño. El organismo pidió a los responsables del llamado que respeten a los ciudadanos y empresas que no se unan a la huelga, aunque consideró que existen razones suficientes para el descontento popular.
HOY.COM
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