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Santo Domingo. De acuerdo a las versiones de una de los hijos del Dr. José Francisco Peña Gómez, una de las razones de su derrota en el 1996 se debió a que el grupo que rodeaba a su padre se negó a propiciar un acercamiento con el anillo palaciego Balaguerista. El hijo de Peña recuerda con amargura que ese grupo alrededor de su padre creó un temor innecesario a los seguidores cercanos de Balaguer y ellos, como era natural, reaccionaron con todas sus argucias y poder contra la candidatura de su padre.
Y todo eso viene a colación por la primera torpeza que acaba de cometer Hipólito Mejía, en su nuevo y legítimo afán de regresar al poder.
Antes de esa torpe declaración de Hipólito contra una persona cercana al presidente Fernández, como el senador Félix Bautista, su nueva entrada en la carrera por la presidencia de la república iba viento en popa, montado en los rieles, coqueteando con las mieles del poder.
La opinión de los hacedores de opinión pública era que este hombre ya se le percibía como un verdadero estadista, más sereno y con mayor madurez. Su postura frente a las huelgas, sus arrepentimientos públicos como consecuencia de su conducta intempestiva contra periodistas y adversarios.
Hipólito logró impactar tanto con la nueva imagen que hasta ayer había exhibido que logró planificado o de manera fortuita, dislocar por un momento hasta la percepción interna de los peledeistas, realizando una visita sorpresiva a Luis Inchausti, eso creó un mal de fondo y perturbó a la militancia del PLD que vio esa acción de Hipólito Mejía con mucha simpatía y sobretodo, con el gesto hacia Luis, parecía que Hipólito intentaba mandarle un mensaje de tranquilidad a la cúpula peledeista.
Es decir, el gesto como símbolo que en nuestra lectura se interpretaba: Como miren señores yo voy a realizar otro tipo de gobierno. Me voy a enfocar en el desarrollo del país. Al menos, esa es la lectura que uno le puede dar a la visita de Luis.
Ahora con este paso desacertado de Hipólito Mejía el único beneficiado es Danilo Medina, porque esas amenazas e intimidaciones directas del candidato del PRD, lo único que hacen es provocar más rápidamente la unidad de los grupos que hacen vida en el PLD. Sobretodo, a alborotar las abejas, a animarlas para que se despeguen del panal o del palo, como dicen en el campo del lenguaje de Hipólito Mejia, este hombre ya candidato se ha puesto “a cuquear al diablo”, sabiendo que el sabio dicho popular enseña que no es lo mismo “llamar al diablo que verlo venir”.
Una gran torpeza de Hipólito, porque las abejas mansas del Presidente, que son las que mueven las corrientes mayoritarias del PLD, apenas, estaban dejando que los zánganos se muevan, estaban echadas como las pavas y en honor a la verdad, aunque en público hablaran, hasta ayer, no iban a hacer nada por la candidatura de Danilo Medina. Ahora están compelidos a actuar.
Hipólito le abrió las puertas a Danilo para iniciar el proceso de alianza con el grupo del presidente Leonel Fernández, es la primera prueba que este precandidato y virtual ganador de la convención del PLD tiene, donde debe de mostrar su inteligencia y tacto, porque de eso depende el éxito de su candidatura.
Hipólito Mejía, un hombre con reales opciones de poder volvió a meter la pata, primero confundiendo hacia donde debe dirigir la estrategia de su discurso, eligiendo a Félix Bautista, en vez de elegir a Danilo Medina, que es el virtual candidato del PLD. Dos, desconociendo, que suponiendo que gane la candidatura presidencial, se va a encontrar con un país totalmente diferente en términos de la atmósfera económica, social y política internacional y nacional. Tres, que quien gane tendrá que tener presente que el 30 % del presupuesto necesita financiamiento externo, y todo el mundo sabe lo que esto implica, que tiene que pasar por el congreso.
El nuevo gobierno, con el PLD o con el PRD o el PRSC o cualquiera otra opción tiene que crear un clima de gobernabilidad, de lo contrario, viviremos en un estado de ingobernabilidad.
Como candidato, el triunfalismo de Hipólito le ha hecho, parece confundir el escenario o momento en el que le ha tocado actuar, totalmente diferente al escenario político del dos mil en que fue electo Presidente. En el dos mil doce, solo se van a disputar el poder, realmente, dos fuerzas políticas: El PRD y el PLD, no estará la presencia de Balaguer en el escenario, eso quiere decir que las elecciones presidenciales, de por si, están polarizadas, el que gane, lo hará, con márgenes muy estrechos.
Además, Félix Bautista, ya no es el simple muchacho de la Supervisora del primer gobierno del PLD, ahora, es un senador de la República, un extraordinario armador y armonizador, un político sagaz, secretario de organización del PLD y una figura que tiene su espacio en la estructura partidaria del partido de gobierno.
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