Micaela Cantalicio se quedó sola cuando quien era su marido la abandonó con Esperanza, su niña de cuatro años.
Esta venerable mujer dominicana, que reside hoy en Palavé, se dijo que tenía ahora únicamente sus dos brazos para echar adelante su familia, constituida por su hija y dos primos bajo su guarda. No se lamentó por estar sola. Se decidió por el trabajo. En las tardes preparaba coconetes (receta que le había enseñado su madre su madre) y salía a venderlos en Buenos Aires de Herrera por las mañanas. El pan en su casa nunca faltó por la dedicación de Micaela a su micro-empresa de coconetes. Tiene 35 años vendiendo conconetes.La gerencia de la Cooperativa de Servicios Múltiples Herrera, se enteró de su historia cuando estaba buscando mujeres para entregarles el premio anual.
Reconocimiento
El presidente Jorge Eliggio Méndez le entregó su placa de cristal óptico por esta hazaña desconocida en el acto en que fueron premiadas otras ocho mujeres: Esperanza Pérez Mojica (Lealtad Cooperativista); las hermanas hermanas María Magdalena Delgado, Luz Altagracia García Delgado y Luz Mercedes García Delgado )Premio Cultura); Nexcy De León (Comunicación y Cooperativismo); Premio Seguridad Ciudadana a la Encargada de Género y Equidad de la Policía Coronela (P.N) Juana Francisca Campusano Jiménez ,Premio Derecho y Cooperativismo a Melanea Ingrid Hidalgo Martínez y Josefina Tavárez Mirabal. (Minoú), Premio a Labor Legislativa; Josefina Pimentel. Premio Impulso Ético de la Educación y la magistrada Olga Herrera Carbuccia: Presidenta Corte Apelación Penal Santo Domingo, Premio Perseverancia en la Equidad para Sana Administración de Justicia.
EL NACIONAL
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