Por: Rafael Sanchez Cardena
Se ha hecho rutina denunciar los robos de cables del tendido eléctrico o telefónico por “bandas”, que se han cuasi especializado en esa labor. Algunas zonas, vigiladas por demás, han adquirido fama por lo repetitivo del hecho. Es el caso de la autopista Las Américas. Que convierte sus noches en un dechado de tinieblas, tan del gusto de estos nuevos exportadores.La trama del negocio no puede ser tan complicada, como parece sugerir la continuidad impune de su operación. Para exportar el cobre sustraído, habitualmente se procede a fundir los cables y todo tipo de objetos hechos del metal. Una labor intermedia del reciclaje del cobre, que le libra del caucho de protección del alambre.
Realizado dicho proceso, el importador, chino por ejemplo, recibe el cobre con residuos indeseables reducidos al mínimo. Todo una crema.
Los ladrones suelen quemar la cubierta de los cables en montes y patios, ahorrando esta labor a sus compradores, fundiciones “inocentes”, que compran de “buena fe” lo ofertado, para luego revender a “los exportadores de cobre”. Es una minería sin galerías, pozos ni socavones. A cielo abierto o, más bien, a tendido abierto.
¿Quiénes son esos exportadores? ¿Cómo logran el milagro sin contratiempo?
Miles de ciudadanos de todo el país claman por la contención de este negocio, que les deja sin luz, teléfono o cable por largo tiempo y a las empresas con costos adicionales. Algunas empresas telefónicas reportan robos por más de 100 millones de pesos. Y el ciclo delictivo continúa.
¿Cuánto es el negocio exportador de cobre de estos nuevos “mineros”? No lo sabemos, pero la solicitud de varias empresas nacionales para que la Dirección de Aduanas controle e inspeccione los contenedores a exportar tiene sentido. Podría, a modo de ejemplo, prohibir la fundición previa al embarque. El contenedor debería llenarse en presencia de autoridad competente. En fin, tenemos que detener los efectos negativos de esta actividad de reciclaje de metales.
El reciclaje está en el destino de la sociedad humana del futuro. No hay otra forma de asear un mundo que, de más en más, deviene en un gigantesco vertedero. La basura ya es motivo de negocio.
No permitamos que desde ya se desvirtúe la principal industria del futuro: el reciclaje.
Perpectivas Ciudadana
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