Esta semana un ingeniero de Google aceptó una prima de acciones por valor de 6 millones de dólares y consintió así en quedarse en la empresa, poniendo fin a una ‘guerra de ofertas’ de su propia compañía con Facebook, según varios medios de comunicación.
El verano pasado Google pagó más 100.000 dólares en bonos para retener a sus empleados. Actualmente tiene que ofrecer pagos de siete cifras en acciones de la compañía para que sus ingenieros sean más fieles, afirma Business Insider. La semana pasada la compñía ya gastó 3,5 millones de dólares con este objetivo.
Este tipo de enfrentamientos para ‘fichar’ a buenos especialistas es frecuente en este sector. En esta industria las ‘guerras de ofertas’ comenzaron en 1997, cuando Microsoft fue demandada por la “caza furtiva” de empleados de la compañía de bases de datos Borland.
Las relaciones entre Microsoft y Google están llenas de historias semejantes: antes la compañía fundada por Bill Gates a menudo era vencedora en estos duelos de ‘cazatalentos’. Pero Google le devolvió el ‘favor’ en varias ocasiones durante la última década.
Cuando Google contrató a Mark Lucovsky de Microsoft en 2004, esto enojó tanto al director ejecutivo de la empresa de Gates, Steve Ballmer, que se cuenta que tiró una silla y llamó “maricón de mierda” a su homólogo de Google, Eric Schmidt. No mucho después, en 2009, Mark dejó su empresa y fue contratado por VMware. Google está intentando que no se repita está situación.
Según algunos analistas, el problema con el pago de este tipo de bonos de retención es que una vez que las compañías empiezan a hacerlo, es muy difícil de parar. Básicamente dan a los empleados un incentivo adicional para olfatear en Facebook y en ‘compañías startup’ (innovadoras, jóvenes y con grandes posibilidades de crecimiento) antes de su oferta pública de venta (OPV) para poder obtener una mejor oferta de trabajo.
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