Al general retirado Jorge Zorrilla Ozuna sus oponentes quisieron deslucirle la faena. Que si no mataban el toro, por lo menos que él, como torero, quedara malherido.
Como se conocía su intención de apoyar a Danilo Medina, echaron a correr la especie de que quiso ver a Hipólito Mejía, con los mismos fines, y éste no le recibió. O de que se refirió al propio ex jefe del Ejército cuando habló de “generales baña perros”. Así, su adhesión al candidato del PLD, no era honesta ni sincera, sino la reacción natural a un desplante.
Que políticamente no significaba mucho, puesto que Mejía, que no anda con mucho miramiento, lo había rechazado.
La jugada era perversa, pero inteligente. Buscaba quitar impacto al anunciado respaldo del ex militar a la causa del oficialismo. Incluso, al no lograrse el efecto deseado, se alentó la disidencia y existe la posibilidad de un recurso ante el Tribunal Superior Electoral que dé al traste con la alianza entre los partidos Cívico Renovador y de la Liberación Dominicana. Algo así como el PRI segunda parte…
EL PORTERO.-
¿Por qué un sector del PRD la carga contra el ahora dirigente político Jorge Zorrilla Ozuna si en su carrera militar logró ascensos y posiciones en el gobierno de Hipólito Mejía? ¿A qué debe su actual y evidente persecución si su baja como oficial puede atribuirse, entre otras razones, a su ardorosa vinculación con ese régimen? Con Mejía, Zorrilla Ozuna tuvo debut y despedida. Alba y ocaso. Todavía se recuerda su mala costumbre de repartir dinero en la calle a nombre de Mejía. Eso fue en la campaña del 2004, con la reelección a todo dar, y cuando le estaba prohibido por la Constitución ser deliberante y participar en política. Pero en el 2006, ya como civil, también apoyó al PRD, e igual en el 2008, incluso en el 2010 aspiró a senador por El Seybo. Es decir, que su lealtad – durante ese tiempo – fue incuestionable. Claro, al partido. Al perredeísmo.
No a Mejía. Cuentan que una vez Mejía fue a ver a Miguel Vargas y quien le abrió la puerta fue Zorrilla Ozuna. Lo hizo con la solemnidad de los viejos tiempos, pero que el ex presidente no se contuvo y disparó: “Oh ¿de jefe del Ejército a portero…?”.
AVANZADA.-
Esa pequeña historia, que podría ser una de las tantas vindicaciones entre perredeístas, que gustan zaherir a sus iguales, revela el detalle.
Ahí está el origen del problema, esa es la cuestión. Los seguidores de Hipólito Mejía, incluso él mismo, no creen que la decisión de Jorge Zorrilla Ozuna sea tan suya. De Zorrilla a Danilo Medina. Del Partido Cívico Renovador a Partido de la Liberación Dominicana.
Que no era verdad que iba a dar ese paso sin consultarlo con Miguel Vargas, con quien tiene relaciones que van más allá de la política, o de la amistad.
Zorrilla y Vargas son casi como hermanos. Si comparten aventuras, pueden compartir secretos. De política, por ejemplo. Los hipolitistas consideran a Zorrilla una avanzada de Vargas, o que por su vía muchos perredeístas cercanos al presidente del PRD podrían hacer el tránsito. Medina y el PLD no se perdieron en las implicaciones, ni en las posibilidades, ni en las perspectivas.
Le dieron un recibimiento de héroe. Pero no de héroe del Partido Cívico Renovador, ni del Polo Patriótico, sino de héroe del PRD…
LOS CORONELES.-
Ahora se entiende mejor porqué no se dio el encuentro entre Danilo Medina y los ex militares que ya se habían reunido con Hipólito Mejía en el local de la Hermandad de Pensionados de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. No solo no cayó en ese “gancho”, sino que lo hizo sabiendo que tenía a su favor “los coroneles de Peña Gómez”. Medina, al hacer el recuento de Zorrilla Ozuna, recordó que el converso perteneció a ese núcleo de oficiales comprometidos con la causa liberal, y hasta revolucionaria, y que fue durante un buen tiempo una especie de insurgencia.
Cuando Peña Gómez hablaba de “un coronel que quisiera casarse con la gloria”, sabía que con ese rango y esa disposición había todo un destacamento que solo esperaba una voz de mando para defender la democracia de los despropósitos del autoritarismo balaguerista. La importancia de Zorrilla va más allá de la política electoral. No se trata de un simple tránsfuga, sino de un legado. El Legado de los Coroneles. El PRD siempre se descuida, o se pierde, y el PLD lo encuentra todo y lo hace suyo…
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