Tengo una amiga gordita que se vive quejando de que sus amistades la excluyen de ciertos eventos por su apariencia. La última queja fue porque las otras muchachas de su grupo fueron invitadas a ser damas de honor de la boda de una de ellas…todas menos ella. Muchas veces sin darnos cuenta herimos a las personas de una innecesaria.
La joven estaba muy incómoda y con los ojos aguados. Sentía como sus amigos la discriminaban y aún seguía llamándoles “amigos”?
No me parece justo. Las personas de sobrepeso son maravillosas. Tienen un gran corazón y casi siempre un buen sentido del humor. Recuerdo a Ruth Paulino del colegio Carter donde hice la primaria. Ella era obesa, pero estoy segura que ninguno de esa generación la ha podido olvidar y no lo digo por su peso, si no por sus ocurrencias, su bella sonrisa y su generosidad.
Las personas de sobrepeso sufren mucho. La sociedad tiene un prototipo que ellos por mas que quieran no pueden alcanzar. La obesidad no es una opción, es una condición. No debemos hacerles la vida más difícil de lo que ya es, y sobre todo valorarlos por lo que son. Así como hay mujeres delgadas y de medidas perfectas que no lucen atractivas, hay muchas gorditas que se ven muy sensuales y elegantes.
Muchas veces ese complejo de ser gorditos o gorditas les convierte en personas con la autoestima baja. La depresión puede atraparlos y la verdad es que no hay motivos para afligirse por tener unas libras de más. Muchas veces nos quejamos de las personas, pero también pecamos de ver a las personas de un modo muy superficial. Choferes de transportes públicos no se detienen a montar personas de sobrepeso o de una mala manera les dicen que deben pagar dos pasajes…solo por mencionar uno de los tantos malos ratos que tienen que pasar estas personas.
Recuerden: Incluyan sus amigos gorditos en sus planes, ellos también quieren pasarla bien.
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