12 de marzo de 2018

SISTEMA DE SALUD DOMINICANO EN DIFICULTAD

El Sistema de Salud en el quirófanoCuatro Maestros de la Medicina Dominicana se asoman al quirófano para examinar a un paciente que se llama el Sistema de Salud y encuentran diferentes síntomas, que les llevan a diagnosticar que prácticamente tocó fondo.
Basan su dictamen de colapso en las diferentes debilidades que aseguran adolece el sistema, entre las que enumeran desarticulación entre sus instituciones, baja inversión, carencia de registros y datos sobre recursos humanos, enfermedades y muertes, divorcio entre formación de recursos humanos y requerimientos nacionales, debilidad en las regulaciones de cobertura, inexistencia de un sistema de prevención, fraccionamiento y malas o inexistentes estrategias.
Citan, además, obsolescencia en los programas de formación médica de la mayoría de las escuelas de medicina, concentración de los recursos humanos en salud en grandes ciudades dejando desamparados a pueblos apartados, falta de un sistema de atención primaria, enfrentamientos entre sectores claves, priorización de la inversión en megas obras y ausencia de liderazgos.
La valoración de la actual situación en la que se encuentra el sistema de salud dominicano fue descrita por los destacados profesionales de la medicina, doctores José Joaquín Puello, neurocirujano; Julio Amado Castaños Guzmán, hematólogo; César Mella Mejías, psiquiatra, y Jesús Feris Iglesias, pediatra, durante su participaron en conjunto en el Desayuno de Listín Diario, encabezado por su director Miguel Franjul.
A continuación damos a conocer los síntomas que encuentran cada uno de ellos sobre la salud en República Dominicana, que le llevaron a realizar un diagnóstico de pronóstico reservado.  
El neurocirujano José Joaquín Puello ve el sistema de salud del país como un paciente con un tumor cerebral benigno, que puede ser un meningioma que es muy recurrente en República Dominicana, que nace de la superficie del cerebro. Ese tipo de tumor, señala, tiene la desventaja de que mata, pero la ventaja de que puede ser curado para siempre.
“Lo veo así, ahora mismo tenemos un tumor benigno ahí, que lo hemos diagnosticado, sabemos la cantidad de vasos que lo alimentan, las venas que salen de él, sabemos cómo tratarlo, qué debemos hacer, pero no iniciamos el tratamiento”, dice.
Tercer nivel. Con una visión más optimista, el especialista de la neurociencia ve que hay posibilidad real de mejorar el sistema.
Recuerda que el sistema de salud dominicano está dividido en niveles de atención que están bien estudiados, y que la medicina terciara debe dejarse para aquellos pacientes que no pueden ser tratados en un hospital normal.
Entiende que la respuesta a eso es gerencial, porque no en todas las provincias puede haber un hospital terciario, “debe haber cuatro hosptitales de ese tipo a lo sumo, como mucho, y ya lo tenemos, es sólo equiparlos”.
Calidad médico. A eso se agrega un problema que califica de grave, que es la calidad del médico que está saliendo de las universidades.
Entiende que a ese recurso humano hay que mejorarlo, tanto en la formación que está recibiendo, como en estudiar detenidamente qué médico quiere y necesita el país.
Censo. “Resulta que muchachos salen con grandes lagunas de las universidades. Además está el problema del número de médicos que necesitamos”, expresa Puello, al tiempo que agrega que a la pregunta de cuántos médicos necesita el país, la respuesta es que “no lo sabemos.
Nadie se ha ocupado de hacer un censo para saber cuántos médicos necesitamos”.
Especialistas. Eso toma ribetes de mayor preocupación cuando hablamos de especialistas, afirma el reconocido neurocirujano.
Como ejemplo señaló que actualmente hay 58 neurocirujanos en el país y hay 18 formándose fuera, y las normas indican que se necesita uno por cada 100,000 habitantes, por lo que entiende que debe llegar un momento en que eso se controle, para evitar que esos muchachos luego estén manejando taxis, o se vayan del país, cuando ya se invirtió en ellos.
Destacó que en los países desarrollados, eso se aplica y dijo que no se gradúa un neurocirujano en Japón, en Inglaterra o en Francia, sino sigue esas directrices.
ARS sin regulación. Dice que otro problema serio es que se ha dejado que las compañías privadas de seguridad en materia de salud hagan lo que quieran.
“No hay una verdadera regulación, la Sisalril tiene cumplir necesariamente su rol, y tiene que poner regulación”, en tal sentido dijo no entender cómo es que el Estado invierte en la compra de equipos sofisticados, que luego las ARS no cubren el tratamiento.
“En medicina no puede haber una restricción tan grande en cuanto a la cobertura de los seguros que ponga en peligro la vida de un ser humano”.


Listin Diario

Doris Pantaleón

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