Una conversación en plena cena familiar puede fomentar habilidades de aprendizaje en los niños y jóvenes, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Búfalo en Estados Unidos.
Según el estudio, hablar sobre temas de contingencia como el cambio climático o el alza de precio en el Transantiago ayudaría a desarrollar mejores procesos de razonamiento y habilidades matemáticas en los alumnos.
"Cuando las familias discuten sobre los acontecimientos sociales, los escolares generalmente pueden crear simples modelos matemáticos de estas experiencias”, dijo Ming Ming Chiu, profesor de la Facultad de educación del plantel norteamericano.
La investigación fue publicada en la edición de una revista de psicología de EE.UU. El estudio fue el primero en investigar el cómo las conversaciones familiares afectan en las aptitudes de los estudiantes y en particular en su rendimiento en Matemáticas.
El estudio se basó en los datos de la Organización para la Cooperación y desarrollo económico, donde se analizaron cerca de 110 mil exámenes de ciencia de jóvenes de 15 años de 41 países, entre ellos Chile.
En la investigación Chiu encontró que las conversaciones familiares sobre acontecimientos contingentes son poco comunes en los hogares, independientemente del origen étnico o e nivel socio económico.
El experto señaló, además, que el impactó de las conversaciones y la participación de las familias es mayor en países más desarrollados que aquellos con menos recursos.
"En países ricos, los estudiantes tienen más reglas, libros, calculadoras y otros recursos, pero pasan menos tiempo con sus padres”, dijo. “De esta forma, la participación de la familia es más importante para el aprendizaje en países ricos”, explicó Chiu.
Además, el especialista señaló – en otra investigación – cómo la sobre confianza puede atrofiar las habilidades de lectura. Ante esto entregó algunas recomendaciones:
- Hablar con los jóvenes sobre temas de contingencia como, por ejemplo, el Transantiago ayuda a los niños a calcular el precio de alza y cuánto tendrán que gastar en un mes.
- Usar términos matemáticos para describir cantidades utilizables en casa. Por ejemplo, cuántos litros de agua se necesitan para cocinar un paquete de tallarines o para hacer jalea.
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