Ricky Martin pidió ayer al mundo gay que no se deje atenazar por el miedo a raíz de la masacre de Orlando y reclamó a los estadounidenses que no dejen de llamar "diez veces al día" a sus legisladores hasta que revisen la ley de armas.
"¿Cómo podemos seguir afirmando una enmienda ratificada en 1791 para justificar una inconcebible proliferación de armas de fuego en Estados Unidos?", afirma en una conmovedora carta el artista puertorriqueño, que se reconoce particularmente afectado por lo ocurrido en Orlando.
El perfil del cantante (puertorriqueño, gay y artista) coincide con el de la mayor parte de las 49 personas (23 de ellas boricuas) que murieron en el ataque perpetrado por un joven de 29 años en la discoteca Pulse de Orlando (Florida), el pasado fin de semana mientras se celebraba una fiesta de música latina.
"¿Saben qué más estaba permitido en el año 1791? La esclavitud, los duelos a muerte como una forma lícita de resolver desacuerdos, y el sexo consensual con niños mayores de 10 años en la mayoría de los Estados (en Delaware, con niños mayores de 7 años)", relata el artista.
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